Se refiere a la tecnología que es considerada ecológica en función de su proceso de producción. También puede referirse a un medio de producción de energía que es menos dañino para el medio ambiente que las formas tradicionales, como por ejemplo la quema de combustibles fósiles.

Este tipo de tecnología es un mercado relativamente joven, pero el interés es muy alto debido al temor al calentamiento global y la escasez creciente de muchos recursos naturales.

Algunos ejemplos de tecnología ecológica en la producción incluyen procesos para reciclar agua o desechos, la instalación de luces LED; otros ejemplos incluyen la energía sostenible, como la generada a partir de paneles solares, turbinas eólicas o represas hidroeléctricas.

Para poder saber con certeza si un producto cumple con los requisitos de la tecnología ecológicamente amigable, tenés que prestar atención a las siguientes características:

• Menos consumo de electricidad: es super importante cuando la fuente de energía proviene de la quema de carbón. Suelen aclararlo en la etiqueta o en la publicidad del producto.

• Reducción en el uso de elementos tóxicos ((FUNDAMENTAL)).

Podemos estar frente a un dispositivo de bajo consumo energético, no obstante ser fabricado con materiales altamente peligrosos para las personas y la naturaleza.

De ser así, cuando desechemos ese producto las toxinas irán al medio ambiente. Por eso debemos prestar atención que el producto no este elaborado con mercurio, plomo, cadmio y bario.